Experiencia Lean en una empresa de Almería
Motiva al equipo y ofrécele un referente
Los equipos de trabajo necesitan una motivación y un referente para poder cambiar su posición y trabajar de manera conjunta para conseguir un objetivo. En repetidas ocasiones, el entorno, la rutina o los fuegos que hay que apagar diariamente, hacen que ese objetivo se pierda de vista y se acaben desviando de él.
En estas situaciones, es clave allanar el camino a las personas del equipo implementando soluciones que les permitan confirmar y mantenerse en la ruta hacia el objetivo en todo momento.
Una de estas soluciones es la gestión visual del estado de la actividad. Que el equipo tenga a la vista, junto a la zona de trabajo, los resultados que van alcanzando a lo largo del día, cuánto trabajo llevan hecho y cuánto debería llevar, o cuál es el estado de las acciones que se están resolviendo, da relevancia al objetivo, potencia el sentido de equipo y facilita el cambio de las personas.
A continuación, compartimos la mejora del rendimiento conseguida recientemente mediante la aplicación de la gestión visual en una industria de Almería.
El objetivo del año anterior resultaba demasiado ambicioso
Hace una semana, nos encontrábamos revisando los objetivos de producción diaria de tres líneas de preparación de pedidos con la Dirección General y el Equipo de Trabajo de la fábrica.
Puesto que no se estaban alcanzando, se había decidido rebajarlos para el año 2021. Concretamente, en la línea piloto el objetivo estaba en 3.000 unidades y se había rebajado a 2.500, de modo que de esta forma el equipo podría considerar que el objetivo era alcanzable.
Tras analizar el proceso de forma directa, estudiar los movimientos y los tiempos de trabajo, identificamos diferentes oportunidades de mejora, de tal modo que conseguir el objetivo de 3.000 unidades considerábamos que no sólo era factible, sino que incluso se podía superar de forma holgada. Eso sí, había que cambiar algunas cosas…
Vencer la resistencia inicial del equipo
Todo cambio debe construirse con las personas que realmente tienen en su mano hacer que las cosas cambien. Por esta razón, convocamos al personal de las líneas a una reunión en la que exponer y consensuar las conclusiones alcanzadas. Algunas personas acudían entre refunfuños y comentarios negativos sobre las posibles modificaciones que se les iba a pedir.
El comienzo de la reunión estuvo marcado por posturas que frenaban el proceso de cambio. Algunas personas buscaban la justificación de la situación existente más que la razón de ser de las nuevas propuestas o su factibilidad. Conforme la reunión fue avanzando, esas barreras y frenos iniciales fueron decayendo. Mostramos al equipo un video de cómo se trabajaba y los hicimos partícipes de la construcción de las soluciones para mejorar el rendimiento y la forma de trabajo.
Fueron precisamente el conocimiento de los principios de Lean Management y el uso del video los que hicieron que el equipo visualizara los problemas, los entendiera y propusiera soluciones de una forma natural, no forzada.
El efecto de la Gestión Visual
Todos los cambios acordados debían ser puestos en marcha con suficiente agilidad para que el ánimo no decayera, pero no era suficiente con eso. Para potenciar el sentido de equipo y facilitar el camino hacia la consecución del objetivo, es clave que el equipo tenga a la vista lo que se espera de ellos: ¿Cómo vamos respecto a nuestro objetivo? ¿Lo estamos consiguiendo? ¿Debemos reaccionar? ¿De qué manera?
Así que, de acuerdo con el equipo, se dispuso una pizarra a pie de línea para recoger la información diaria de la producción programada y los tiempos de cambio conseguidos entre productos, indicador clave para el proceso. Para una comunicación más eficaz, se estableció una reunión diaria de 5 minutos delante de la pizarra para analizar los resultados y motivar al equipo para el resto del día.
Resultados alcanzados
La mejora de productividad conseguida en la primera semana ha sido del 65% respecto a la media del año anterior. Y de los 5 días de trabajo, 5 días por encima del objetivo de 3.000 unidades. La imagen muestra los resultados alcanzados.
Seguimos rodeados de oportunidades en la empresa. Por medio de esta primera actuación, lo que fundamentalmente buscábamos era conseguir alinear al equipo, aumentar con hechos la convicción de que la metodología Lean funciona, y hacerlos claros protagonistas de la consecución de los objetivos. El proceso de cambio ahora sí que podemos decir que ha empezado.
¿Cuál es tu caso? ¿Encuentras dificultades al movilizar a los equipos para conseguir un objetivo? ¿Has intentado emplear la gestión visual?
Para más información sobre la gestión visual, consulta este artículo Método de las 5s y la Gestión Visual
